Si algo nos preocupa a los padres de la vuelta al cole, es cómo volver a retomar la rutina en lo que a comidas se refiere. Como cada año, el verano es una época donde todos nos saltamos más la dieta recomendada y cometemos algún que otro exceso (los niños no son menos).
Es necesario que los padres hablemos con los niños y les expliquemos lo importante que es volver a una dieta sana y equilibrada para el nuevo curso que comienza. De esta forma, desde pequeños, entenderán por qué insistimos tanto en las rutinas alimentarias.
Si bien es cierto que, tras el verano, resulta complicado volver a la rutina con los niños, siempre encontramos algún que otro truco que les convenza y vayan por el camino fijado. Según los expertos, los niños también deben hacer cinco comidas diarias: desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena.
Pero… ¿qué hacemos para que no se salten ninguna comida? Aunque no lo creas, muchas veces está en nuestras manos. A continuación, te damos algunos truquillos.
Desayuno
Dicen los pediatras que se trata de una de las comidas más importantes del día, y como tal, debemos aprender a dedicarle el tiempo necesario. Un buen desayuno sano y equilibrado, debe contener una pieza de fruta (o zumo natural), leche, cereales, proteínas (pavo, jamón serrano…) y grasas saludables (aceite de oliva virgen o frutos secos).
Si nunca habéis desayunado juntos a diario, es un buen momento para hacerlo. Sentarnos a la mesa con los niños mientras charlamos y desayunamos lo mismo, es una de las mejores maneras de hacerles entender que así comienza nuestra rutina diaria.
Almuerzo
Éste se lo toman en el cole, pero realmente no sabemos si lo comparten, se lo comen o lo tiran. Este pequeño aperitivo sirve para que cojan fuerzas hasta la hora de la comida, pero si encima es saludable, ¡mucho mejor!
Entre nuestras recomendaciones para la vuelta al cole, está un puñadito de frutos secos sin sal, un bocadillo sano o una pieza de fruta. Sin embargo, te dejamos estos almuerzos para llevar al cole a los que no se podrán resistir.
Comida
Seguramente sea la comida más fuerte del día, y por ello, debemos acostumbrarles poco a poco a ir comiendo sano. Entre los alimentos que no pueden faltar se encuentran: frutas y verduras, pescados (sin excluir los azules), legumbres y carne blanca.
Los hidratos de carbono, como la pasta o el arroz, también podremos incluirlos en su dieta, así como las carnes rojas, aunque en menor medida.
Merienda
De nuevo, vuleve a ser un punto de inflexión entre la comida y la cena. Es bueno que la merienda la asocien a un momento de relax y ocio, antes de ponerse a hacer los deberes. Por ello, es bueno que estés con ellos hablando o les dejes ver un ratito la tele. Lo importante es que merienden sentados y tranquilos.
Debes tener en cuenta el desgaste de energía del niño cada día. Si se trata de uno que ha hecho actividades extraescolares, la merienda puede ser más consistente. Sin embargo, sin desgaste físico, bastaría con una pieza de fruta o un zumo.
Cena
En este caso, es importante escoger alimentos fáciles de digerir, como un pescado, y bajos en grasas. De este modo, dormirán mejor. Pero si algo es crucial, es el hecho de cenar temprano, para que antes de irse a dormir, hayan bajado un poco la cena
Ahora que sabes por qué es tan importante la rutina en las comidas en la vuelta al cole, sólo te queda ponerlo en práctica.
Fuente Foto – Google Images