Seguro que más de una vez te has preguntado “¿por qué estoy triste sin motivo?”. Pues bien, no siempre se trata de un motivo de preocupación, ya que existen múltiples causas que lo explican. Te lo contamos a continuación.
El estrés laboral, las prisas, la mala suerte o las emociones nos juegan malas pasadas y nos hacen sentir tristes. Una ruptura sentimental, así como los problemas de salud o familiares nos traen de cabeza muchas veces y entendemos nuestro desánimo en esas situaciones. Sin embargo, ¿por qué a veces estamos tristes y alicaídas sin motivo?
Hay otras muchas causas que nos afectan sin darnos cuenta al estado de ánimo. Toma nota, te las detallamos:
Menos luz
En las estaciones como otoño e invierno, disfrutamos de menos horas de luz, sobre todo a partir de que cambia la hora. Aunque te parezca imposible, esto tiene efectos en nuestro organismo, ya que aumenta la melatonina (la hormona encargada de prepararnos para dormir) y disminuye la serotonina (aquella que nos mantiene despiertos y con mejor ánimo).
Para solucionarlo, nada como exponerse al sol durante tan sólo diez minutos los días con más luz. Sal a pasear y disfruta de los rayos que en el fondo, nos alegran la vida.
Cuestión de hormonas
Las mujeres tenemos un punto débil, somos una completa revolución hormonal. Y es que, por ejemplo, cuando tenemos la regla, perdemos hierro y esto hace que nos sintamos más decaídas y apáticas. Estos cambios hormonales son los responsables de nuestros cambios bruscos de ánimo, en el que la tristeza es principal. ¿Te has preguntado por qué no te apetece hacer el amor con tu chico?
Como remedio casero, y antes de que te baje la regla, toma alimentos ricos en hierro como las almejas o los mejillones. Entre horas, te recomendamos que tomes yogures para que tu cuerpo absorba bien el hierro.
Ritmo de vida frenético
Las mujeres del siglo XXI estamos sometidas a gran presión. Conciliar el trabajo con la vida familiar, atender la casa y los múltiples compromisos con familiares y amigos hace que nos desvivamos y entremos en un estado de ansiedad. Cuando se llega a este punto, los pensamientos negativos como: “Yo cuido a todo el mundo pero, ¿quién me cuida a mí?” se apoderan de nuestra mente y aparece el bajón.
Como solución, tómate la vida con filosofía. Piensa que eres persona y no una máquina. Vivir la vida de forma relajada y disfrutando de las pequeñas cosas nos hace sentir más vivas y alegres.
El paso del tiempo
Las mujeres meditamos mucho y siempre lo hacemos con nuestro lado más emocional. Con el paso de los años echamos la vista atrás y nos ponemos melancólicas con ciertas cosas. Del mismo modo nos lamentamos por todos aquellos objetivos que nunca llegamos a conseguir.
Para evitar este estado, piensa que es bonito recordar el pasado y que aún tienes mucho tiempo para disfrutar de la vida y seguir cumpliendo tus sueños, nunca es tarde.
Vigila muy de cerca siempre tu estado de ánimo. Si ves que cambian tus hábitos, que no tienes ganas de nada e incluso acusas síntomas físicos, acude a un especialista. Pero si no, cada vez que te preguntes “¿Por qué estoy triste sin motivo?”, pon en práctica nuestros consejos.
Fuente Foto – Google Images