El miedo a la oscuridad en niños es un temor común por el que pasan uno de cada tres niños entre 3 y 5 años. No debemos alarmarnos, sino ayudar a los pequeños a que lo superen y no derive en un problema más grave.
Al igual que ocurre con los amigos imaginarios, algunos padres se preocupan por el temor de los niños en la oscuridad. Debemos pensar que es una etapa por la que pasan muchos de nuestros hijos y únicamente hay que ayudarles a que lo superen.
Los expertos aseguran que se trata de un miedo evolutivo, es decir, habitual en el desarrollo de los niños. Pero que sea algo normal, no quiere decir que no tomemos cartas en el asunto. De lo contrario podría llegar a convertirse en un miedo irracional, es decir, en una fobia.
No podemos olvidar que de los 3 a los 8 o 9 años (que es cuando comienza a desaparecer este miedo) la imaginación del niño se desarrolla mucho, y por eso suele fantasear y aparecer el miedo.
Y, ¿qué podemos hacer los padres en este aspecto? Pues bien, a continuación te damos las claves para que el miedo a la oscuridad pase a la historia.
No menosprecies su miedo
Lo más importante es que no menosprecies su miedo y le escuches. Llamarle cobarde o reírte de él no solucionará sus problemas. La falta de apoyo y pasividad es uno de los 5 errores más graves que cometen los padres, y podría dañar su autoestima.
Haz juegos
Si ellos disfrutan jugando, lo mejor que puedes hacer es asociar la oscuridad a la que tienen miedo con los juegos. Prueba con la gallinita ciega vendándole los ojos, a romper la piñata o en medio penumbra, a las sombras chinescas. Aunque no lo creas, su cerebro asociará la oscuridad con algo bueno.
Deja que duerman con algo de luz
Eso no quiere decir que cedas y les dejes dormir con la luz encendida, sino que les dejes un punto de luz tenue para ayudarles a estar tranquilos. La opción del piloto sigue siendo buena. Si se da el caso de que llorase por la noche por miedo a la oscuridad, no la enciendas, ya que estarías confirmando que la luz es la solución. Acércate y tranquilízale con caricias y tu voz. Sólo en el momento en que se haya tranquilizado será el momento de encenderla.
Haz que se sienta seguro
Una de las principales causas de que el niño tenga miedo a la oscuridad es que no se sienta seguro. Normalmente los sitios que les provocan más ansiedad son los armarios, debajo de la cama, detrás de la puerta… Antes de acostarle, y como excusa, puedes mostrarle que en esos sitios no hay nada haciendo que buscas algo, nunca diciéndole que es para que no tenga miedo. Si por la noche se despertara llorando pensando, por ejemplo, que hay algo debajo de la cama, muéstrale con voz tranquila que no hay nada, agachándote con él.
Nada de ambientes de miedo
Olvídate por una temporada de contarle historias o cuentos de miedo, y mucho menos de que vea películas de terror (que en los niños nunca es aconsejable). Al contrario, antes de irse a la cama, habitúate a leerle un cuento tranquilizador y bonito.
Seguro que con nuestros consejos, pronto se le va el miedo a la oscuridad. Pero si ves que cosa no mejora, sino que empeora, quizá sea el momento de consultar con un profesional.
Fuente Foto – Google Images