Todos, en alguna ocasión, hemos sufrido mareos, vértigos o lipotimias, pero… ¿por qué se producen? Pueden ser por diversas causas. Sin embargo, esto no quiere decir que escondamos un problema grave de salud.
Lo primero que debemos tener claro es que, los mareos en sí mismos, no son una enfermedad, sino un síntoma de que algo no va bien. Eso sí, debemos conocer bien la causa para poder actuar. Y es que, a veces, también pueden ser una señal de que algo en nuestro organismo no funciona correctamente.
Es importante saber cómo actuar en el caso de que sintamos mareos o vértigos. Sentarnos con la cabeza entre las piernas o acostarse y descansar, suele ser lo más oportuno. Pero además de eso, no hiperventilar o ponernos nerviosos nos ayudará más de lo que pensamos.
Los vértigos
Esta sensación de inestabilidad que padecemos con los vértigos se puede ver acrecentada con la visión borrosa o en oblicuo. Normalmente van acompañados de náuseas o vómitos y algo de malestar general.
El responsable de estos vértigos suele ser el oído medio, que es el encargado del equilibrio de nuestro cuerpo. Por tanto, las infecciones o trastornos en esta parte son la causa más frecuente.
Otras causas pueden ser enfermedades vasculares cerebrales, una insuficiencia vertebro-basilar (producida por aterosclerosis), Pero también, en menor medida, tumores o traumatismos cerebrales. Sin embargo, no podemos descartar el propio envejecimiento, o las enfermedades psíquicas o neurológicas.
Su tratamiento dependerá siempre de la causa que lo produzca, y será el médico quien lo prescriba. En caso de infecciones en el oído medio, se tratará con antibióticos. Si fueran producidos por medicamentos, cambiando los mismos siempre que sea posible. Sólo el neurinoma requeriría tratamiento quirúrgico.
La lipotimia
Hablamos de lipotimia cuando la sensación de mareo es leve y se acompaña de flaqueo de piernas, visión borrosa, palidez en la cara o inestabilidad.
Normalmente se produce por una bajada de tensión arterial, provocada por la alteración momentánea de la circulación sanguínea.
Entre sus causas más frecuentes, encontramos una incorporación brusca, emociones fuertes, deshidratación, muchas horas bajo el sol, ansiedad generalizada o estrés laboral.
Por otra parte, no nos podemos olvidar de la anemia, que es también la causante de las lipotimias. En caso de sufrirla, el médico nos dirá qué tomar y la dieta más aconsejable para seguir.
Para tratar este tipo de mareos, lo ideal es tomar el aire fresco, sentarnos con la cabeza entre las piernas o tumbarnos y levantar las piernas. Beber agua e hidratarse bien, es fundamental.
Ahora que sabes por qué se pueden producir estos mareos, vértigos y lipotimias, presta atención a sus señales y consulta al médico.
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