En el mundo de las celebrities no todo gira en torno a la moda, visitar lugares inolvidables, recibir el calor de los seguidores o hablar de nuevos proyectos. También hay algunos famosos que han decidido llevar una vida más espiritual, especialmente en estos momentos.
Si nos centramos en la vida de algunas de las profesionales más queridas en España, vemos que Ana Obregón y Paz Padilla se han centrado en recuperar la paz tras vivir momentos muy delicados, para lo que han decidido estar en sintonía con sus emociones, abrazando actividades más espirituales y sanadoras.
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No es un secreto que Ana Obregón ha tenido un año complicado. La actriz ha perdido a su hijo Álex Lequio, de solo 25 años, después de que el joven librase una dura lucha contra el cáncer que, como sabemos, no logró superar. Esto sumado a los contratiempos de la pandemia.
El dolor de la actriz ha sido muy profundo y desde que se comunicó la muerte del joven, una de las primeras decisiones de su madre fue veranear en la misma casa de Mallorca en que lo hacía con él, para sentirse más cerca de sus recuerdos.
Ana Obregón ha encontrado en las montañas el lugar perfecto para meditar, hacer un viaje al interior, encontrarse con sus más profundas emociones y sanar una ausencia que es fácil de asimilar, porque… ¿qué padre está preparado para ver marchar a sus hijos?
Hace poco Ana recurrió a su cuenta de Instagram para compartir un hermoso paisaje en el que podemos ver fluir las aguas de un río, acompañando su publicación con un hermoso mensaje y el hashtag #alessforever.
También Paz Padilla ha estado transitando un camino similar al de Ana este año. La presentadora ha sufrido un duelo profundo con la muerte de su esposo Juan Antonio Vidal.
Falleció a los 53 años, a causa de un tumor cerebral que le fue diagnosticado hace más de un año. La noticia conmovió a muchas personas, ya que la enfermedad del abogado había sido manejada con absoluta discreción.
Desde el anuncio de la noticia hasta ahora, Paz Padilla ha atravesado momentos muy duros, pero está dispuesta a no hundirse y la práctica de numerosas actividades espirituales y técnicas de mindfulness a las que ha recurrido, así lo demuestran.
La presentadora ha escogido su queridísima playa de Zahara de los Atunes para reconciliarse con la vida y obtener la fuerza que necesita para seguir adelante. No debería sorprendernos que sea este precisamente el lugar para sus meditaciones, pues fue allí donde ella y Juan Antonio Vidal se dieron el “Sí quiero” y donde se dijeron adiós para siempre.
Una instructora está acompañando a la viuda de 51 años en su preparación mental para sobreponerse a la tristeza y a la enorme ausencia que le ha dejado la pérdida de una de las personas a quienes más ha amado.
Sin duda, una estrategia más que adecuada para sanar dos corazones rotos.
