Dieta para la insuficiencia renal aguda: Alimentos recomendados y prohibidos. En esta enfermedad, que puede llegar a ser crónica, la dieta juega un papel fundamental. La progresión de esta enfermedad puede deberse a una mala alimentación por parte del paciente, por lo que debemos controlarla con mucho cuidado.
Los riñones son los encargados de purificar la sangre de nuestro organismo. Existen múltiples causas por las que un riñón no funciona, pero el tratamiento es fundamental para mejorar la calidad de vida del paciente.
Las personas que padecen esta enfermedad pasarán por varias fases, aunque no siempre será necesario que se cumplan las tres: prediálisis, diálisis y trasplante renal. Aunque cada fase tiene sus especificaciones específicas en cuanto a la comida, en una dieta específica para la insuficiencia renal aguda o crónica debemos tener en cuenta los siguientes conceptos:
- Carbohidratos. Aportan energía al cuerpo para el día a día. Además, por su contenido en fibra ayudan a nuestro intestino contra el estreñimiento y nos sacian. Los alimentos incluidos en este grupo son la pasta, el arroz, las legumbres, los cereales, patatas, fruta, leche, pan, etc. lo ideal es que los hidratos de carbono aporten la gran mayoría de las calorías diarias a nuestro organismo
- Grasas. Son importantes, ya que en ellas encontramos las reservas de energía para nuestro cuerpo. Eso sí, debemos diferenciar las grasas hidrogenadas y saturadas que provocan colesterol, de las insaturadas, que previenen el colesterol y las enfermedades cardiovasculares. Son estas las que debemos tomar, y las encontramos en el aceite de oliva o el pescado azul.
- Proteínas. Son las encargadas de la formación y renovación de moléculas y tejidos del organismo. Pero no sólo eso, resultan fundamentales para el sistema inmunitario. Las encontramos en el pescado, la carne, los huevos o la leche. La cantidad de proteínas a ingerir depende de la fase en la que nos encontremos, menor en prediálisis, mayor en diálisis y moderada tras el trasplante. Los cereales, legumbres y frutos secos son también una fuente importante de proteínas, pero los dos últimos están desaconsejados por su alto contenido en potasio.
- Fósforo. Es una sustancia que, junto con el calcio y la vitamina D se encarga de la formación y mantenimiento de los huesos. La mayoría de los alimentos que consumimos a diario poseen fósforo. Los riñones son los encargados de eliminar el exceso de fósforo, por lo que los enfermos renales suelen tener los niveles elevados en sangre, ya que sus riñones no lo eliminan. Se debe limitar el consumo de lácteos (sobre todo los desnatados), las carnes rojas y los pescados azules. Por otra parte están recomendados las carnes blancas (pavo, pollo o conejo) y los pescado blancos (merluza, lenguado, bacalao).
- Potasio. Es el componente responsable del buen funcionamiento del sistema nervioso y de los músculos. Como muchas otras sustancias, se elimina a través del riñón, por lo que los enfermos renales suelen tener los niveles altos. Casi todos los alimentos poseen potasio. Te decimos aquellos que están desaconsejados: cacao, chocolate, queso, alcachofas, calabaza, champiñón, acelga, cardo, espinacas, tomate frito, plátano, kiwi, aguacate, uvas, zumos , coco, dátiles frutos secos, embutidos y alimentos integrales. Para disminuir el potasio de la comida se recomienda el procedimiento de la doble o triple cocción de los alimentos, así como consumir aquellas verduras congeladas que después herviremos.
Como conclusión te diremos que evites siempre los alimentos precocinados y optes por aquellos naturales que puedas preparar por ti mismo. Olvídate poco a poco de la sal, las bebidas alcohólicas, las azucaradas y el café.
Mantén a raya la hipertensión arterial y evita siempre el sobrepeso. Duerme 8 horas diarias y lleva una rutina. Todos estos hábitos te ayudarán a llevar mejor la enfermedad.
En la dieta para la insuficiencia renal crónica se buscan varios objetivos: que la persona esté bien nutrida, que la enfermedad avance lo más lenta posible y que los alimentos que tomemos no aumenten niveles tóxicos en la sangre, entre otras cosas.
Como ya hemos dicho, no se debe seguir la misma alimentación en una dieta para la insuficiencia renal leve que en la crónica. Será el especialista o nefrólogo quien nos indique qué es exactamente lo que debemos hacer mientras controla otros aspectos como la creatinina.
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