La dermatitis atópica es una enfermedad inflamatoria de la piel, muy común entre los lactantes, pero que al ser hereditaria, se prolonga durante mucho tiempo, teniendo brotes donde los síntomas, como picores, enrojecimiento e inflamación en la piel afectada, se agravan aún más.
No hay un tratamiento ni una medicación para esta enfermedad, pero sí que se pueden seguir unos consejos y unas pautas para mitigar estos síntomas, que van desde la ropa, pasando por los jabones que se utilizan o el evitar la exposición a altas temperaturas.
La dermatitis atópica es una enfermedad inflamatoria de la piel, que no tiene una causa determinada, más allá de la genética, que es el principal causante de esta molesta enfermedad entre los bebés.
Todo recién nacido debe tener unos cuidados específicos de higiene y cuidado, pero mucho más si padece esta molesta enfermedad, que se aprecia con picores, inflamaciones de la piel o enrojecimientos, que se pueden paliar, pero para los que no existe una medicación o tratamiento concreto.
La manera de detectar esta dermatitis atópica depende de la edad del pequeño, porque hasta los 2 años se manifiesta con estas lesiones en las mejillas y cuero cabelludo, llegando a otras zonas del rostro o brazos y piernas. Hasta los 12 años, estas lesiones son menos húmedas que en bebés y se aprecian en áreas flexoras como axilas, ingles, nuca o el dorso de la mano y los pies. En adultos, los labiales, peribucales, oculares y nuca, además de manos y pies, son las zonas más afectadas.
Como decíamos, no hay un tratamiento específico para trata esta dermatitis atópica, pero si podemos darte una serie de consejos para mitigarla:
- Lo primero es la ropa, que debe ser de algodón evitando la fibra o tejidos ásperos.
- Importantísimo usar un jabón neutro tanto para la higiene como para el baño, evitando los baños de espuma. Además, es recomendable usar este jabón sólo en áreas sucias y aclararlo inmediatamente para evitar irritaciones.
- En cuanto al agua del baño, es recomendable que sea tibia, para aliviar el picor y eliminar las costras, y la duración no debe ser superior a los 10 minutos, mejorando este baño añadiendo un poco de aceite al agua.
- Tras el baño, es importante secar al bebé sin frotar, utilizando una toalla suave. Unos tres minutos después de haberlo secado, aplicar una crema hidratante, además de la pomada que haya prescrito el dermatólogo.
- Otro punto importante es evitar el calor para que no sude, tanto en casa como en el exterior, y además protegerle del sol, eligiendo una crema protectora adecuada. Además, en invierno hay que tener en cuenta que con las calefacciones, es importante humidificar el ambiente.
La dermatitis atópica es una enfermedad muy molesta para quienes la padecen, pero con estos consejos se puede mitigar sus efectos.
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