La libido o deseo sexual es el punto de partida de experiencias placenteras y gratificantes. Es ese mecanismo interno que incita a la práctica sexual y que tantas satisfacciones desencadena cuando fluye y se comparte con la persona deseada.
Pero la libido puede ser también una fuente de preocupaciones, principalmente cuando disminuye o desaparece. La pérdida del apetito sexual puede ocasionar problemas de pareja y crear una sensación de frustración para la persona que la padece.
Los vaivenes del deseo pueden tener distintos motivos. En el caso de la libido femenina, el factor hormonal es importante, principalmente en la etapa de la menopausia. La ansiedad, el estrés y la maternidad también pueden hacer disminuir los niveles de estrógenos y desencadenar una falta de apetito sexual. Pero muchas veces no hacen falta situaciones de este tipo; el desgaste de la pareja, la monotonía y el aburrimiento pueden causar estragos en una relación y provocar una caída en picado del deseo.
¿Es posible volver a encender la llama? La respuesta es sí, pero hay que ponerse manos a la obra cuanto antes. Herramientas y recursos no faltan. Solo es cuestión de poner imaginación y utilizar los medios que tenemos a nuestro alcance.
Redescubrir zonas erógenas
La monotonía es el peor enemigo de la pasión y ha de atajarse de raíz. Cuando el sexo se convierte en algo mecánico vale la pena plantarse e intentar empezar de cero. Redescubrir el propio cuerpo y la anatomía de nuestra pareja puede ser un buen comienzo. La clave está en eliminar las prisas, cerrar los ojos y sentir.
El cuerpo es extraordinariamente sensible al tacto y a las temperaturas. Hay que atreverse a experimentar con formas, olores y caricias y extender el contacto a todas las zonas de cuerpo. El mapa de zonas erógenas es más extenso de lo que imaginamos. Los límites los pones tú.
Alimentación y afrodísíacos
La alimentación y el deseo sexual perecen guardar una relación estrecha. A lo largo de la historia se ha colgado la etiqueta de “afrodisíacos” a diversos productos naturales, como el chocolate, las ostras, la canela, la maca, el ginseng o los alimentos ricos en arginina, como por ejemplo los huevos.
Pero al margen de los afrodisíacos naturales, se ha desarrollado un mercado de productos con base química que elevan la libido y potencian la actividad sexual. Hoy en día es muy habitual entre los hombres comprar popper por internet, un estimulante que aumenta la sensación de euforia, provoca una relajación de los esfínteres y favorece la erección. Tanto hombres como mujeres pueden beneficiarse de este tipo de productos, pudiéndose encontrar en el mercado elaborados con productos e ingredientes naturales como es el caso.
Juguetes sexuales
En el redescubrimiento del cuerpo pueden ejercer una influencia positiva los juguetes sexuales. Hay una infinidad de artículos para el disfrute en pareja o en solitario. No todo son vibradores y bolas chinas; también hay aceites corporales sugerentes, esposas, antifaces, plumas para acariciar, lencería comestible y propuestas mucho más potentes.
Una buena manera de contactar con el mundo de los juguetes eróticos es apuntarse a un tuppersex. Son experiencias divertidas en las que la gente se desinhibe y también sirven para compartir experiencias. Otra opción es visitar alguna sexshop virtual. Los catálogos son tan extensos que os quedareis con la boca abierta.