Alergia al sol: Síntomas y tratamiento más adecuado. Las alergias en la piel son de las más comunes en las personas. Cuando llega el buen tiempo, aparte de alergia al polen, nos encontramos con la alergia producida por el sol pero, ¿a qué se debe?, ¿cómo podemos detectarla? Cada vez son más las personas que la sufren, te contamos todo sobre ella.
Cuando llega el buen tiempo, la operación bikini y el ir cogiendo tono para lucir mejor los modelitos van tomando fuerza. Sin embargo, muchas veces tomamos el sol de manera equivocada y sin un adecuado protector solar para nuestra piel, provocando quemaduras y a la larga manchas en la cara, que necesitarán cremas especiales, o posibles melanomas.
Y es que no hay que tomarse a broma el peligro que acarrea la exposición continuada al sol y a horas poco recomendables, como las centrales del día. El abuso incondicional de esta práctica junto a otros motivos puede desembocar en alergias al sol.
Los síntomas suelen aparecer con las primeras exposiciones solares y posteriormente según los casos, van poco a poco desapareciendo de forma espontánea, según avanza el verano. A continuación te indicamos cuáles son los síntomas más frecuentes que te deben hacer sospechar sobre esta alergia:
- Aparición de granitos pequeños en la cara, escote o zona afectada. Se conoce normalmente como urticaria, la cual produce pronfundos picores en la piel. Para corregirla se podrá tratar como una alergia leve, mediante antihistamínicos por vía oral o a través de la aplicación de alguna crema específica que contenga cortisona.
- Manchas rojas o ampollas. A veces, tras pocos días de la exposición al sol aparecen estos dos síntomas. Se puede producir cuando el sol interactúa con ciertos componentes de las cremas solares, cosméticos, etc. Se conoce como erupción fotoalérgica y será el médico quien, en este caso, ponga el tratamiento más adecuado.
- Picor y ardor en la zona afectada. En este caso es la lucitis polimorfa la que nos provoca estos síntomas. Se da cuando la persona se expone a los rayos solares y desaparecerá cuando la piel está a la sombra. En los casos más leves se corrige con compresas frías, los más graves deberá ser determinado por un facultativo.
El factor hereditario no debe ser descuidado en muchos casos, ya que pasa frecuentemente de padres a hijos. Debemos tener en cuenta ciertos factores para su prevención, como por ejemplo:
- Utilizar un protector solar alto, que cuide nuestra piel. No por utilizar una crema con SPF más bajo, nos pondremos morenas antes.
- Llevar una dieta sana y equilibrada nos permitirá broncearnos más fácilmente y evitar la toma del sol durante horas. Recuerda que las horas centrales del día son las peores.
- Ingerir carotenoides. Se trata de comprimidos que podrás adquirir en farmacias que preparan la piel para la exposición del sol y la protegen, al tiempo que conservan nuestro bronceado. Se deben tomar una o dos semanas antes de empezar a tomar el sol. Aunque son inofensivos, conviene consultar con un médico.
La alergia al sol se ha extendido entre la población en los últimos años. Por eso es muy importante que te protejas bien ante los rayos UVA y UVB.
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