Seguro que, si eres madre, muchas veces te habrás planteado cuáles son las claves para detectar el bullying o acoso escolar y cómo combatirlo. Y es que, los niños y adolescentes, pueden pasar por etapas donde son más vulnerables, y éste se ha convertido en el problema más serio de las aulas.
Ya han sido varios niños los que se han suicidado o han causado daños contra su persona a causa del acoso escolar. Saber educar desde pequeños a los niños contra el bullying, y enseñarles a repudiar este tipo de conductas hacia sus compañeros, así como mostrarles lo que significa empatía, es uno de los deberes ineludibles de los padres.
El hecho de la vuelta al cole o ser nuevo en un centro escolar, agudiza esta situación. Según un estudio de la OMS (Organización Mundial de la Salud), un 24,8% de los niños españoles entre los 11 y 18 años sufren o han sufrido acoso escolar. Son los padres, por tanto, los que deben estar alerta por si notan en sus hijos algún cambio o señal importante.
Un descenso de autoestima, pesadillas en los niños, excusas para ir a clase, síntomas claros de fracaso escolar o lloros sin venir a cuento son las alarmas más claras. Lo más importante es no hacer nunca oídos sordos a esta situación y acudir al centro para informar.
Los niños que sufren bullying pueden tener sentimientos como el enfado, el miedo, la vergüenza o la culpa. Sin embargo, hay que hacerles entender que ellos no son culpables de nada y que ahí están sus padres para apoyarle en todo.
Verónica Rodríguez Orellana, directora de Coaching Club, afirma que: “Hay que tener en cuenta que el acoso escolar no es un juego inocente, que el acosado no sobrevive al mismo pergeñando una venganza de idéntico nivel y que el bullying dista de favorecer el endurecimiento del carácter de un niño, sino que siempre constituye una violación grave de sus derechos, degrada su dignidad como ser humano y puede tener unas secuelas difíciles de restañar en el devenir vital del individuo”.
Señales de que un niño puede sufrir bullying o acoso escolar
Es crucial que los padres sepamos identificar cualquier señal, con el objetivo de poner fin a la situación. Ojo si notas en ellos:
- Cambio de conducta en el niño radical sin motivo aparente
- No tener ganas de ir al colegio, de salir a jugar o de ver a los amigos
- Sufre malestar general todos los días
- Le descubres golpes por el cuerpo o moratones
- Está triste, desmotivado, irritable o nervioso
- Pierde cosas en el colegio o adelgaza (en ocasiones les quitan los almuerzos)
- Tiene dolores de cabeza frecuentes
¿Y qué hacemos los padres?
- La labor de los padres es terminar con esta situación de bullying o acoso escolar, y no parar hasta que sea así. Para ello, debemos reforzar la autoestima de los niños, haciéndoles saber todo lo que valen y a dónde son capaces de llegar.
- Por otra parte, debemos reforzar nuestro vínculo con él, de tal forma que se sienta libre de poder contarnos cualquier cosa y saber hasta dónde llega esta situación.
- Por último, estar en continuo contacto con el centro e intentar que medien con los testigos que haya para poder acabar con el bullying o acoso escolar.
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