El ritmo de vida que llevamos, muy frenético sobre todo en las zonas urbanas, trae consigo consecuencias sobre nuestra salud que se manifiestan de maneras diversas. Algunas de las más frecuentes son el estrés o la ansiedad, a las que a veces no se les da la importancia necesaria.
El resultado es un empeoramiento de nuestra calidad de vida que en muchos casos no sabemos cómo tratar. La medicina complementaria, como la homeopatía, se vuelve en casos de este tipo un buen aliado para muchas personas.
Aunque en nuestro país la homeopatía no es todo lo conocida que podría ser, en otros lugares como por ejemplo Francia, su uso está mucho más extendido. Aunque muchas veces se alude a su falta de evidencia científica, lo cierto es que cada vez más personas recurren a ella y experimentan unos resultados favorables ante las dolencias que presentan.
¿En qué consiste este método?
Una de las cuestiones que más suele intrigarnos se basa en el funcionamiento de este tratamiento. Básicamente, la homeopatía se centra en la idea de que al aplicar pequeñas cantidades de ciertas sustancias determinadas sobre un individuo enfermo, se puede tratar los síntomas de dicha enfermedad. Lo que suele parece más curioso para quien oye hablar de homeopatía por primera vez es el hecho de que si esas mismas sustancias se aplican en grandes cantidades sobre una persona sana, le provocarían las mismas dolencias que busca curar.
Por ello, es muy importante que la persona que use medicamentos homeopáticos siga unas pautas prestablecidas. Esto es posible gracias a los repertorios que no son otra cosa que los libros de referencia para los homeópatas. En ellos se explica cómo se elaboran los tratamientos a aplicar sobre el paciente y se tienen en cuenta, para ello, distintos factores. Estos van desde su estado psicológico a su estado físico, pasando por su historial.
¿Cómo trata los síntomas de ansiedad?
Si padecemos ansiedad, una de las directrices esenciales antes de tratarla es intentar localizar la causa o causas que hacen que nuestro cuerpo reaccione de este modo. Esto no es una tarea simple, pero nos ayudará sin duda a tratarla. También es necesario identificar si se trata de una sensación ocasional o persistente en el tiempo. Aunque los motivos que nos llevan a sentirnos ansiosos son muy diferentes y varían según el caso, algunos de los más frecuentes están relacionados con factores hereditarios, el ambiente familiar, los cambios importantes o las situaciones traumáticas, el estrés, la frustración sobre algún aspecto de nuestra vida, etc.
Los tratamientos homeópatas destinados a tratar la ansiedad están diseñados para que la persona pueda sobrellevarlo sin sufrir cambios en su vida diaria. Esto se debe a algunas de las características que presentan como: la alta tolerabilidad ya que no implican efectos secundarios, el hecho de que puedan transportarse sin problemas, fácil de consumir, no alteran el sueño ni modifican la coordinación, etc.
En el mercado encontraremos numerosos medicamentos homeópatas destinados a tratar la ansiedad, pero no todos surtirán el mismo efecto. De hecho, es importante ser conscientes de que estos tratamientos son más eficaces cuando los medicamentos consiguen acercarse más a cada síntoma o emoción que experimentamos.
