Los golpes de calor en bebés y niños pueden ser muy peligrosos, por lo que en Mujeralia te damos 5 consejos para que los evites a toda costa. No olvides que ellos no son conscientes del peligro que entraña el sol y, por tanto, no tomarán medidas para prevenirlos.
Con la llegada del verano, aparecen las altas temperaturas, y con ellas, el riesgo de sufrir insolaciones o deshidratación. En los niños, los cambios bruscos de temperatura pueden ser más peligrosos. Y es que, son un sector de la población más sensible.
Cuando hablamos de golpe de calor, nos referimos a que el organismo es incapaz por sí mismo de eliminar el calor con su sistema de refrigeración, aumentando así considerablemente nuestra temperatura corporal. Ahí es cuando más riesgo se sufre de deshidratación.
A continuación, te mostramos las 5 claves para evitar los fatídicos golpes de calor en niños y bebés.
- Vestirles con ropa ligera y de algodón. Este tejido deja que la piel respire y, por tanto, es el más adecuado para poner a los peques en verano. Es por ello que las mochilas porta bebés no son aconsejables con las altas temperaturas, deberemos dejarlas para cuando no haga tanto calor.
- Ofrecerles agua y otras bebidas a menudo. A veces, y sin darnos cuenta, sólo ofrecemos a los niños agua cuando vemos o nos dicen que tienen sed. Debemos olvidarnos de este mal hábito en verano y darles agua o zumos naturales con frecuencia. Tampoco podemos olvidar que la fruta y la verdura son ideales en esta época del año, ya que contienen gran cantidad de agua.
- No realizar actividad física en las horas centrales del día. Como ya hemos dicho, los niños no son conscientes del peligro que entraña poder deshidratarse o sufrir una insolación. Por ello, deberemos evitar que jueguen a correr o realicen cualquier deporte en las horas donde hace más calor. Cuando hablamos de bebés, lo conveniente es ponerlos siempre a la sombra, lejos de corrientes y aire acondicionado.
- Protección, protección y protección. Si la piel de los niños en comparación con la de los adultos es sensible, imagínate la de los bebés. Debemos aplicarles crema protectora para el sol con un SPF alto (mejor SPF 50). Del mismo modo, hay que proteger los ojos con gafas de sol, y la cabeza con gorros.
- Refresca a los peques. Es muy importante que los niños y bebés estén fresquitos. Para ello, podemos ir a la piscina (siempre evitando los cambios de temperatura bruscos). También es necesario tener la casa bien ventilada (sin corrientes). Lo mejor es abrir las ventanas por la noche, cuando baja la temperatura. Por último, y muy importante, no dejar a los niños en coches.
Ten en cuenta estos consejos para evitar los golpes de calor en bebés y niños y evitar sustos innecesarios.
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